Luna blanca es mi nombre. Hay algo que deseo contar. Cuando te unes a una familia física, tu grupo álmico, la raíz se vuelve eterna, indisoluble, ni cambia ni se rompe. El cordón del sistema de pertencia al hogar, a la manada, es la huella sagrada que se graba con recuerdo en el mundo físico y con sintonías y espectro de colores en la información del espíritu del universo.
Mi presencia es la huella de mis antecesores aquí, aquellos espíritus protectores que ya no están en el plano físico, pero hoy los lobos están en mi, y yo dejo el legado a su vez en los lobos que quedan. Un manto blanco hago que cubra de abundancia, amor y presencia el lugar. Conectada con mi águila blanca celebro el servicio de mi familia al mundo y de mi humana al reino interespecies. os amo
