Mi corazón es la unión de toda mi familia, mi grupo está representado y unificado en mi. Desde la alegría se alcanza la mayor de las fortalezas. He caminado por el dolor físico más profundo, ese que me enseñó a replegarme y fundirme con mi propia esencia, mi alma mi corazón. El dolor físico no llega al alma y la alegría, por el contrario, sana y la eleva. Me entrego a la alegría de la vida como la eterna niña sanada y alegre, con confianza plena.